Hace muchos años comencé a rastrear ese errático sentido particular del golf. Iba y venía y con él iba y venía también la confianza, el entusiasmo, la motivación y las ganas.
Después de años de investigación y práctica en el golf así como también de docencia en mi disciplina corporal puedo afirmar que la
raíz del sentido de toque está directamente relacionado con la estabilidad del cuerpo y la mente, un trabajo comprometido con las emociones.
"Comprender" la postura alineada y balanceada nos permite entrar en variables que implican conservar y reciclar la energía en vez de perderla.
El arte de la conservación y toma de energía se relaciona no solo con la postura sino también con una alimentación adecuada a nuestro biotipo, una conexión con nuestra necesidad de descanso y el desarrollo de habilidades para el manejo de las emociones, las creencias y los mandatos. Estos últimos suelen detener el avance evolutivo de un jugador si no son abordados. Sin embargo un buen trabajo sobre las emociones suele desembocar en creencias que será necesario trabajar para continuar avanzando. Habrá que ir trabajando gradualmente pelando capas que nos conducirán finalmente a las principales inhibiciones psicológicas en cada uno para apuntar directamente a nuestro verdadero rival, el rival interior.
Con respecto al descaso, en general los deportistas son personas activas y muchas veces descuidan el descanso adecuado y la relajación, de la mente y el cuerpo que deberían ser contempladas como parte del entrenamiento.
Un síntoma positivo de concentración de energía se manifiesta en la construcción estable del esquema corporal, concepto que implica una imagen plena y completa de uno mismo unida a la sensación de forma, volumen y espacio interior integradas en el sentir del flujo interno, la respiración llenando y vaciando.
Esta integración mente-cuerpo-energía es vital para nuestra salud y un desarrollo pleno de la conexión neuromuscular para la profunda sensibilidad y atención que requiere el golf.
Hay dos tipos de jugadores y procesos con respecto a la forma de aproximarse a la enseñanza y aprendizaje. Estos son dos grandes grupos:
- De las partes al todo
- Del todo a las partes
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de las partes al todo" (jugadores con mayor predominancia del hemisferio izquierdo).
Son mas intelectuales, piensan mas y les encantan los ejercicios para incorporar algunos aspectos del swing. Como profesores tienden a hablar demasiado a sus alumnos. En este tipo de profesores y alumnos el sentido de toque, el sentir es mas inestable aunque gradualmente van arribando a la dirección del todo.
Este sentido de toque parece iniciarse en la visión del tiro previa al impacto creciendo en las manos y trascendiendo a todo el cuerpo. Sin embargo el trabajo por partes muchas veces no permite una concentración adecuada en el tiro, la atención suele distraerse en las partes. Esto es llamado por Nideffer, atención interna estrecha, generadora de dispersión de energía y distracción de la mente.
En mi caso atravesé mucho tiempo de enseñanza en este proceso.
Sin embargo otra forma de percibir el mundo es
"la del todo a las partes" (jugadores con predominancia del hemisferio derecho) y esto también comprende un estilo de jugador y aprendizaje. Este creo debe ser el estilo perceptivo de mi profesor Miguel Fernandez de quien aprendo día a día a pasos agigantados con solo mirarlo. Un estilo de jugador con mucho coraje, confianza y sensación. Parece poseer un sentido de unidad de swing, mas allá de la forma. Una transmisión que se basa en sensaciones y pocas palabras para transmitir, lo esencial, lo justo, un toque, una orientación de encuadre de tiro, y mucha información del manejo de las manos, de la liberación del impacto. Todo lo que en general suele faltarle a un aficionado sin experiencia o muchas veces a instructores principiantes que suelen dar mucha información sobre las partes y la mecánica del swing. Tenemos que saber que el cuerpo no aprende por palabras, el 80 % del aprendizaje es visual.
Ambos estilos son válidos, y depende del proceso de cada alumno, del estilo de aprendizaje de cada alumno, la información por partes es muy útil cuando se esta arribando a una conciencia del swing, sin embargo este aprendizaje debe integrarse hacia el todo rápidamente. Ejercicios de respiración, postura, forma y espacio interno proveen al alumno sensaciones de unidad e integración. Los instructores deben contar con estas herramientas, mas la sugerencia de VER mas swines naturales. Dar mas importancia a las clínicas de demostraciones de golpes, seguir a un jugador preferido etc.
Encerrarse en lo técnico y en las partes es una jaula de la cual lleva mucho tiempo salir.
Un instructor que aprenda métodos de relajación, respiración y balance postural logrará que el alumno se relaje y disfrute, se suelte logrará llevar a su alumno mas rápido en el proceso de las partes al todo. Cuando este proceso se completa se siente el camino hacia un swing natural y pleno.
Hay algo muy contundente que hace a la importancia de la instrucción con un maestro con sentido de unidad de swing, y solo por nombrar algunos pocos que he conocido y mi profesor. Los hermanos
Cóceres, Rubén Alvarez, el Chino Fernandez y Miguel Fernandez.
Un maestro enseña con su propia vibración, con su cercanía, sin palabras, y mostrando lo que hacen he aquí la importancia de las clínicas, las demostraciones, ni que hablar de tomar clases con ellos.
Los instructores son excelentes para dar clases de las bases relacionadas con la postura y stance, lo básico, y mucho mas en muchos casos pero cuando el aficionado avanza y practica un toque maestro será indispensable para avanzar.
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| Miguel Fernandez |
Este tipo de jugador
comienza por el todo y sigue con las partes. Esto lo hace sumamente rico para mi aprendizaje y complementario.
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Rubén Alvarez
One Up Golf.com.ar
Textos por
Ana María Díaz
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Pero en todos los casos la raíz del sentido de toque y su consistencia dependerán sin duda del trabajo sobre un abordaje completo del individuo mente, cuerpo y espíritu.
