Cuando se elige el deporte con aspiraciones profesionales ya sea dentro del juego o de la enseñanza la motivación social tiene gran peso. Aún en los jóvenes aspirantes aficionados. O en el deporte aficionado de alto rendimiento.
En los deportes grupales suele existir un sentimiento de cercanía del otro con los cuales se comparten metas, objetivos, estados emocionales diversos que nos permiten sentirnos dentro del grupo, del equipo, profesores, técnicos, jugadores. Cuando circula este sentimiento de avance y apoyo mutuo todo es mas estimulante. Sin embargo en los deportes individuales, como el golf esto se diluye y a veces se pierde totalmente.
Me ha tocado escuchar a muchos jóvenes que expresan la soledad de la competencia. Hay mucho mas que juego detrás de un jugador. Experiencias que es necesario compartir y comunicar. En estos deportes individuales tan incentivados hacia la competencia, la amistad y el compartir procesos y experiencias queda en un muy segundo plano generando este sentimiento de soledad. Esto se advierte aún mas en la adolescencia cuando los chicos comienzan a ampliar su red social mas allá del la casa y el colegio. En este período, los amigos del club podrían ayudarse mutuamente en el estímulo motivacional para promover un avance grupal. Pero en una sociedad tan competitiva necesitamos educarnos para esto.
Necesitamos crear modelos de trabajo en equipo y estimulo de los clubes y profesores para compartir procesos en grupo.
El estímulo de los amigos, de un profesor, del entrenador y del club están vinculados a la motivación social y hacen al entorno del deporte y al equilibrio del jugador. Es difícil avanzar solo. El avance siempre conlleva un grupo. Creo que es un tema que merece una mayor atención de los clubes que promueven deportes individuales.
No debería olvidarse que los chicos federados además de ser socios de un club y pagar una cuota representan a un club y merecen por lo menos un sincero aliento y en muchos casos apoyos concretos.
No tenemos que olvidar que uno de los primeros aprendizajes es amar y ser amados, el contacto y el entorno. Es una necesidad esencial de todo ser humano. Por eso primero está el compartir y después competir. Y estoy convencida que cuando van de la mano, van mejor.
Como dice un amigo, al menos hasta equilibrar la balanza.
ResponderEliminarSaludos !
Alexis
Si equilibrando la balanza del compartir y competir. Que tema no!
ResponderEliminarEn el compartir hay una comunicación de los aspectos individuales de cada uno y genera placer en la comunicación y en el hacer pero para ello hay que vencer básicamente el miedo lo desconocido del otro. El miedo a quien es el otro. Por eso para comenzar a compartir hay que estar abierto a conocer a los otros y esto sucede naturalmente cuando hay afinidades.
Creo que el aspecto positivo de la competencia es la posibilidad de medirnos en potencial sin caer en sobrevaloración ni desvalorización. Saber que el potencial es ilimitado si trabajamos en ello. Y que cada potencial busca su camino. Que este potencial se abre al compartir, en dar y recibir.
ResponderEliminarLamentablemente el dar y recibir esta muy comercializado a mi criterio.