Venimos a esta vida con un camino, con un plan, el plan del alma. También traemos muchas lecciones para aprender unidos también a muchos karmas que resolver. La vida, un largo día de escuela.
La vida, la cultura y la familia va creando una personalidad que no siempre coincide con este camino vocacional. Aquí es donde podemos comenzar a marcar distancia entre nuestra alma y la personalidad. Cuanto mas cerca están alma y personalidad mas felices somos y mas cerca de dejar huella en este plano.
Esta felicidad siempre va de mano del amor, a nosotros mismos y al entorno.
El dr. Edward Bach dijo que la enfermedad es la distancia entre alma y personalidad. Si la personalidad se pone al servicio del alma logramos nuestro camino.
Creemos que amar a los otros es bueno, pero solo lo es si nos amamos a nosotros. Así nuestro amor que no es egoísmo se refleja y se proyecta hacia los otros en forma espontanea. No podemos dar lo que no tenemos. Pero si por mandatos o creencias nos esforzamos en amar a otros sin hacerlo hacia nosotros mismos entramos en un camino de desvalorización personal que impide el desarrollo de potencia.
Pasamos la primera parte de nuestra vida creando este camino vocacional, buscando y creando una identidad propia, un individuo, una energía indestructible que trasciende nuestro cuerpo. Conscientes de ello la segunda parte de nuestra vida es devolver lo recibido en el entorno, ofreciendo nuestro don al servicio de la humanidad, eso nos hace plenamente felices. Eso es dejar huella.
Solo el camino vocacional nos da el poder verdadero de valorarnos por lo que somos, y no por lo que tenemos. Por eso podemos TENER mucho pero no valorarnos nada porque sentimos que no somos.
Tenemos muchos maestros dejando huella en el entorno del golf.
Admiro profundamente a Roberto De Vicenzo, a Lorena Ochoa hay muchos mas referentes en nuestro deporte. Me gustaría que alguno de uds. que lee este artículo que es solo un pensamiento al azahar comparta la maestría, el don de alguno de sus maestros.
Se que hay muchos que no han llegado a hacer numero 1 del mundo, como Lorena o el mejor en su tiempo, como Roberto, sin embargo hay callados maestros en muchos clubes sin duda con excelentes trayectorias profesionales logrando su vocación y transmitiendo su enseñanza y que cada uno a su modo esta dejando huella.
Cuando un profesor aspira al desarrollo personal del alumno y eso lo alegra, le da felicidad, ese profe ya tiene una gran maestría ya esta dejando huella en su alumno.
Los mejores maestros son aquellos que no se guardan nada, aquellos que no temen ser superados por sus alumnos. Siempre los alientan a mas, saben transmitir coraje, sensaciones y amor por lo que se hace.
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